Seamaty en Frankfurt: innovación y estrategia para el mercado veterinario europeo

Un cierre perfecto antes de las vacaciones

A veces, la mejor manera de empezar unas vacaciones es terminando un proyecto que te llena de energía. Así ocurrió este septiembre, cuando antes de desconectar para descansar, tuve la oportunidad de participar en la reunión de ventas de Seamaty en Frankfurt. Fueron unos días intensos de aprendizaje, trabajo en equipo y visión de futuro que marcaron un punto de partida inspirador antes de tomar un merecido respiro.

Seamaty en Frankfurt: innovación, diversidad y visión de futuro en el corazón de Europa

Del 4 al 6 de septiembre tuve la oportunidad de participar en la reunión de ventas de Seamaty celebrada en Frankfurt. Fueron tres días intensos en los que hablamos de estrategia, conocimos de cerca las novedades de la empresa a corto plazo y compartimos tiempo como equipo. Pero, sobre todo, fueron jornadas que me recordaron algo fundamental: el valor de aprender unos de otros.

Más que productos, una visión compartida

En Seamaty trabajamos cada día para que nuestros equipos de diagnóstico veterinario no sean solo herramientas, sino aliados que ayudan a los veterinarios a ampliar su capacidad de diagnóstico y mejorar la rentabilidad de sus clínicas. Durante estas jornadas en Frankfurt profundizamos en cómo adaptar nuestra propuesta a los distintos mercados europeos, donde cada país tiene su propia manera de entender el servicio, la innovación y la confianza.

Ese intercambio de visiones fue oro puro. Porque mientras en unos mercados la prioridad es la rapidez del diagnóstico, en otros se valora más la estabilidad a largo plazo de la inversión. Escuchar esas perspectivas me reafirmó en que nuestra fortaleza está en combinar lo mejor de cada cultura para ofrecer un producto que realmente responda a las necesidades de los veterinarios, ya sea en España, Portugal o cualquier otro lugar de Europa.

Diversidad que une

Lo que más me marcó de esta experiencia no fueron solo las presentaciones o los planes de producto, sino la riqueza de sentarnos a la misma mesa personas con diferentes creencias, culturas y maneras de pensar. Descubrí que en la diversidad no hay barreras, sino puentes.

Zig Ziglar decía que “no se construye una empresa, se construyen personas, y luego esas personas construyen la empresa”. Y así fue en Frankfurt: cada conversación con mis compañeros europeos me mostró una nueva forma de ver el mercado, de afrontar retos y de encontrar soluciones. Esa suma de diferencias nos hace más fuertes, más flexibles y más creativos.

Team building al estilo panda

Por supuesto, también hubo tiempo para reforzar los lazos personales. Como equipo panda, compartimos momentos de desconexión que nos recordaron que la confianza se construye tanto en una reunión de estrategia como en una conversación distendida después de una jornada de trabajo.

El broche de oro llegó con la despedida: un paseo en barco recorriendo el río Main al atardecer. Navegar frente al skyline iluminado de la ciudad fue la mejor manera de recordar que, aunque cada uno de nosotros trabaja en realidades distintas, avanzamos todos juntos hacia un mismo horizonte.

Un futuro compartido

Me llevo de Frankfurt la certeza de que Seamaty no solo apuesta por la innovación tecnológica, sino por las personas que la hacen posible. Cada diferencia cultural dentro del equipo es un aprendizaje, cada perspectiva nos ayuda a crecer, y cada encuentro nos acerca más a un objetivo común: ser el socio de confianza de las clínicas veterinarias, ofreciendo diagnósticos más accesibles, precisos y rentables.

Y como en toda buena celebración de equipo, no puedo terminar este relato de otra manera que con un brindis que reforzaba nuestro vínculo panda cada pocas horas:

乾杯, 乾杯, 乾杯

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